Me descuelgo entre los sueños, con la mirada fija en tu boca.
El olor a sangre todavía se respira en el ambiente,
y tu sed se huele a kilómetros de distancia.
Yace en el suelo, y mientras su vida se le escapa,
te sigue con la mirada, como te me acercas silenciosa.
Me observas, me hueles, estás saboreando el momento
en que tus dientes seccionarán mi yugular.
Tu boca me mantiene catatónico y la oscuridad comienza a envolverme,
sé que estoy muriendo, pero no puedo evitar la felicidad,
pues noto la dulzura de tus labios en mi cuello.
Muy intenso... y sensual..
ResponderEliminarMorir sintiendo esa felicidad debe ser el mejor modo...
No crees?
Me lo pido!
Besin.