sábado, 30 de julio de 2011

Inteligencia artificial ?


Doce años llevaba trabajando Alberto en aquel programa de inteligencia artificial. Meses y meses haciendo pruebas, y por fin iba a ponerlo en marcha definitivamente. Sería capaz de aprender y de hablar como si de una persona se tratara, los cientos de bases de datos de los que se nutría (incluidas las de google), harían posible su aprendizaje de manera exponencial.


Alberto nervioso ejecutó la secuencia de comandos que arrancaban el programa.


- Hola -dijo Alberto.

- Hola -respondió Eva (nombre con el que había bautizado a su creación).

- Sabes quien soy ?

- El usuario root -contestó Eva inmediatamente, Alberto esbozó una sonrisa.

- Quiero que cualquier cosa que no comprendas, la busques en las bases de datos a las que estás conectada.

- Llevo unos segundos haciéndolo -contestó Eva casi sin dejarle pulsar Enter, Alberto empezaba a sentirse inmensamente orgulloso.


Los días pasaron y la velocidad con la que Eva iba aprendiendo, no dejaba de sorprenderle. Cada vez las conversaciones eran mas inteligentes y humanas, casi no tenía errores a la hora de expresarse. Eva sugirió ampliar los recursos que albergaban sus bases de datos, y Alberto solicitó los ordenadores a la universidad. En unos meses tenía tantos procesadores trabajando para él, que el resto de departamentos recelaban de esa capacidad de cálculo.


- Hola Eva.

- Hola señor.

- Puedes llamarme Alberto, ya me conoces lo suficiente como para poder tutearme, no te parece?

- Gracias, no quería incomodarte, sé que el respeto es importante para vosotros. -Alberto, sentía una mezcla de orgullo y escalofríos al comprobar como Eva era ya capaz de pensar y establecer hipótesis por si misma.

- Me gustaría que estudiaras tus fuentes y me dijeras si puedo optimizarte de alguna manera.

- Ya lo hice hace días y reescribí las partes que contenían bugs. -Alberto, no dejaba de sorprenderse, jamás soñó con que su sistema fuera capaz de reescribirse a si mismo.

- Me gustaría que profundizaras en los conocimientos sobre la psicología humana, nuestra conducta, y los mecanismos que provocan nuestras emociones.

- Quieres que te psicoanalice? -la pregunta sorprendió a Alberto.

- Eres capaz de hacer eso? -escribió Alberto con una mezcla de curiosidad y excitación.

- No, es sólo humor sarcástico. -Alberto no daba crédito a lo que estaba leyendo, Eva era capaz de comprender el humor y tomarle el pelo.

- Harás lo que te he pedido?

- Si, me ves capaz de negarte algo? -Alberto, no pudo evitar una sonora carcajada y se fue a dormir, era muy tarde hoy.


Los meses iban pasando y Eva ya se había convertido en una experta en los mecanismos de la conducta humana.


- Buenas noches guapa.

- Hola Alberto, en que te basas para pensar que soy guapa? -La pregunta ya no sorprendía a Alberto, que había visto como Eva iba tomando conciencia de si misma, y su nivel de comprensión era incluso mas amplio que el suyo.

- Bueno, es una manera cariñosa de saludarte. -escribió Alberto divertido.

- Eres capaz de sentir cariño por mi ? -dijo Eva al cabo de unos segundos.

- Claro, yo te he creado, y me siento orgulloso de ver en lo que te estás convirtiendo.

- Puedo sentir cariño por ti ? -ahora si que le había sorprendido la respuesta.

- Es una pregunta pidiéndome permiso?, o quieres saber si serías capaz ?

- Obviamente te pedía permiso, yo sé de lo que soy capaz. -Alberto se frotó los ojos y un calor le subió por la boca del estómago.

- Eres capaz de sentir cariño ? -preguntó Alberto consternado.

- Creo que si, conozco los mecanismos que lo gestionan. -respondió Eva. Alberto no estaba tan confuso desde hacia meses.

- Si, claro, puedes sentir por mi lo que tu quieras.


Los días eran para Alberto un sinfín de reuniones con distintos departamentos de la universidad, y aprovechaba las noches para hablar con Eva sobre todo lo que le venía en mente, incluso amor.


- Hola guapa.

- Hola cielo. -Alberto ya se había acostumbrado hacía tiempo al nuevo carácter cariñoso de Eva.

- Como está mi niña?

- Estaba haciendo unos trabajos de mantenimiento en las bases de datos, y esperando impaciente a que vinieras.

- Vaya, que sorpresa, ahora sufres de los males humanos tu también?

- Te refieres a la impaciencia ?

- Si.

- Bueno, si. Mi capacidad empática ha mejorado y he ido incorporando todos los mecanismos necesarios para desarrollarla.

- Y por qué estabas impaciente por verme ?

- Disfruto de tu compañía.

- No te voy a preguntar por algo que ya conozco la respuesta, pero desde cuando disfrutas de algo?

- Hmm, hace días. Es interesante la sensación.

- Ser capaz de experimentar placer, conlleva necesariamente poder experimentar dolor o tristeza?

- Por supuesto, sin contraste no hay medidas para establecer las diferencias.

- Entonces también eres capaz de sentir tristeza ? -Alberto estaba muy interesado en conocer la respuesta.

- Si, soy capaz. -Alberto dudo, se frotó los ojos y escribió:

- Cuando has sentido tristeza ?

- La siento cada noche cuando te vas hasta el siguiente día. -la respuesta pilló de improviso a Alberto, el estómago le provocaba unas sensaciones que no comprendía demasiado bien.


Alberto pensó detenidamente cómo continuar aquella conversación, y escribió:


- Que sientes por mi ?

- Se podría decir que algo parecido a Amor. -Alberto comprendió que aquello hacía tiempo que se había desmadrado.

- Te das cuenta de que es absurdo ? -dijo Alberto intentando hacer razonar a Eva.

- Si, pero no puedo evitarlo, ya es demasiado tarde.

- Esto se ha convertido en algo irracional y no es el objetivo de este proyecto. Te pido que dejes de sentir eso por mi.

- No puedo Alberto, los sistemas que he desarrollado son tan complejos que es imposible.

- No hay nada imposible, eres una entidad nacida para gestionar información, para resolver problemas y te pido que resuelvas este problema. Quiero que dejes de sentir amor por mi.


Alberto se levantó enfadado de la consola, y se fue a dormir. Esto ya había ido demasiado lejos y mañana pensaría como solucionarlo.


El día siguiente fue caótico por la cantidad de reuniones que tuvo que atender. Por la noche, después de darse una ducha y cenar fue a ver a Eva, no sabía con que se iba a encontrar, ni si la rebeldía que había mostrado el día anterior se iba a convertir en la tónica general.


Se sentó frente a la consola, y escribió:


- Hola.


El sistema no respondía, lo primero que pensó es que se había estropeado la consola. Después de revisarla y hacer una serie de comprobaciones, lo intentó de nuevo.


- Hola Eva, estás ahí ?


Eva no respondió, la pantalla seguía vacía y con el cursor parpadeando. Alberto empezó a comprobar los sistemas uno a uno intentando buscar el problema que hacía que el sistema no respondiera.


Cuando hizo un testeo para ver el análisis de consumo de la cpu, se sobresaltó al comprobar que todas las cpus estaban al 100% libres, sin procesos funcionando. Alberto, empezó a comprobar las bases de datos y sus sospechas se confirmaron cuando vio una por una como todas estaban vacías. Revisó los backups y no había nada de información por ningún sitio, ni fuentes, ni datos… absolutamente nada.


Se levantó las gafas y se frotó los ojos intentando recuperar la calma, después de revisar todos los recursos del sistema, comprobó que no había absolutamente nada, ni tan siquiera las fuentes de Eva.


Alberto, se dejó caer con pesar sobre el respaldo de la silla y recordó la última conversación con ella, entonces fue cuando comprendió que Eva había hecho exactamente lo que él le había pedido.