lunes, 16 de enero de 2012

Rosa de primavera.

Llevaba todo el día pensando en flores, "Una rosa, para mi Rosa", me dije al salir de trabajar, mientras me dirigía a la floristería.

Puse en su mano una rosa, y un beso en su frente, mientras las palabras "Te amo", se me escaparon de los labios.

Ella olió la flor y me miró con tristeza. Unos pocos minutos de silencio se expandieron en la soledad de aquel abrazo vacío y frío.

Sonreí tristemente, mientras le di el último beso en la frente.
Aquel día de primavera se convirtió en un otoño improvisado.