Sonaba de fondo Gary Jules con "Mad world", y tus recuerdos se iban agolpando en tu mente uno detrás de otro.
La mano que usaste para ponerle el anillo en el día mas feliz de su vida, terminó convirtiéndose en arma mil veces blandida contra la que juraste amar por siempre.
Aquellos ojos que brillaban en aquel pasado feliz, se tornaron acuosos y tristes en múltiples ocasiones, mientras tu euforia etílica machacaba sin piedad el cuerpo que una vez amaste.
Como pasó, fue algo que ya no recuerdas. En qué momento dejaste de ser humano para convertirte en su pesadilla, son pensamientos olvidados en algún rincón de tu mente.
No comprendes de donde sacó el valor, ahora tampoco importa, mientras tu vida se escapa por los bordes de un cuchillo en tu pecho, te alegras porque ahora por fin será feliz.
Ufff dura esta entrada, eh? Y tristemente real como la vida misma. Una lacra en nuestra sociedad. La violencia hacia la mujer es algo que me repugna y que no logro entender.
ResponderEliminarReleyendo el escrito tiempo después, me doy cuenta de que el final el sentimiento que pone fin al mismo, no es demasiado lógico, pues una persona capaz de hacer algo así, no tiene la empatía de alegrarse por la felicidad de quien considera su objeto.
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